Aqui comienza una vez más en la rama del palo monte, como se deja ver la función de la Yaya dentro del Monanzo no es menor ni periférica. Es columna vertebral, es raíz , firmeza que sostiene la Ceiba espiritual del linaje. 

La Yaya transmite el conocimiento ancestral del palo, no como quien recita un libro, si no quien lleva en la sangre los secretos del Enganga, los pactos con los Mpungos y la palabra de los mayores que no se han ido, sino que hablan. A traves de los cantos, los rezos y los signos de la tierra, sus deber es, asegurar que la tradición se mantenga viva y respetadada, sin mezclar lo que no debe ser mezclado. Y sin permitir que se pierda la forma en que lo enseñaron los abuelos del Monte.

En el Bonanzo ella vela por el orden y el bienestar en el templo. Manteniendo el equilibrio espiritual físico del espacio. Pues ella misma es un sostén espiritual y un ejemplo de fortaleza. Su mirada  llega donde a veces el Tata no alcanza. Porque la Yaya no solo mira con los ojos, mira con los huesos, con el pulso de la tierra, con el eco del tambor y la respiración de los muertos. Ella esta presente para limpiar, levantar corregír y mantener a raya  todo lo que pueda perturbar el camino del muerto. 

Es quien guia y forma a sus ahijados, especialmente a las mujeres dentro del culto, pero también a hombres que reconocen su autoridad. Enseña fundamento no solo lo que se ve, si no como lo que se siente, como  se debe armar un fundamento con sus  mpungos, como alimentarlo, como hablar con la prenda. Que signos  consultar con el Bititimensun, el Chamalongo, el Empaca  y como se responde cuando el muerto se manifiesta.

 No labora de oído, sino de vivencias y se conecta con los espíritus. Desde el respeto que le correspone y la autoridad que conlleva no hay  Yaya verdadera, sin un Enganga que la reconozca, y su muerto que la sostenga. 

Por derecho, por su linaje, la Yaya es el corazón femenino del Palo, la Madre que conoce el calor de la cazuela y el silencio de la tierra recien acabada. Es la viva representación de sabiduría, de protección y de conexión con el mundo espiritual.

 Su función puede variar según la casa, pero generalmente es quien custodia las claves femeninas del culto. Cuenta con un vasto conocimiento de obras de limpieza, protección, separación, ligadura, fertilidad, defensa, rompimiento, amarre con trenza del monte. Entre ellas se incluyen en sus labores el tratamiendo de Engangas que se han enfriado, o que están reclamando cosas que no se les han dado. Algunos de los caminos como el Palo Mayombe o el Palo Briyumba que se practican en el pueblo de Matanzas en Cuba. 

La Yaya puede incluso tener su propia prenda, siempre que haya sido iniciada bajo los ritos correspondientes y que su muerto la haya aceptado, por lo tanto. La Yaya se levanta con la fuerza de los Nfinda, del Monte sagrado y la palabra de los ancestros  que está viva en los cantos y Nkisis del campo. Se le respeta como sabia, como madre y como Bruja de Monte. Sí... se permite usar la palabra con el respeto que merece... No hay Monanzo sin Yaya que abrace... que si el" Tata es machete que corta la Yaya es tierra que siembra. "Sin uno no hay otra y sin ambas no hay Enganga que camine con pie firme"....